miércoles, 10 de septiembre de 2014



Hace unos meses alguien (no recuerdo su nombre) de un grupo de lectura recomendó encarecidamente "la Perla" de Steinbeck. Tanto la defendió que estuvo dispuesta a batirse en duelo al amanecer con quien fuera, a florete, espada, pistola, navaja o, si el rival valía la pena, a bocados. Bien, no pude resistirme a semejante recomendación y compré la obra. La he leído en tres días. Tres viajes de metro en mi caso. Es una novela corta.
Vale, no sé si justifica un duelo a muerte, pero una buena batalla, dialéctica o carnal (bofetadas, puñetazos o mordiscos) sin duda sí lo vale. No ofrece concesiones, ni las da. No alarga los párrafos con descripciones ricas en adjetivos. Ninguna frase es gratuita. Y la acción es ágil, cruel, injusta, odiosa a veces. Las miserias y las grandezas humanas sobre el papel. Ningún personaje parece irreal. Son ciento veintitrés páginas casi perfectas.
En fin, con sus dimensiones, es sin duda, una gran obra. Es como un buen perfume, o tratándose de lo que trata, es, en este caso literalmente, una perla preciosa.
Gracias a quien insistió

No hay comentarios:

Publicar un comentario